martes, 25 de agosto de 2009

Mirándola se me llenó el corazón de pena.

Creía verla fuera del tiempo y del espacio, en un paisaje sequizo, la llanura parda y el cielo metálico de tan azul. Yo era tan pequeño que ni caminar podía, y ella flagelada por las sombras, angustiadísima, caminaba a la orilla de los caminos, llevándome en sus brazos, calentándome las rodillas con el pecho, estrechando todo mi cuerpecito contra su cuerpo mezquino, y pedía a las gentes para mi, y, mientras me daba el pecho, un calor de sollozo le secaba la boca, y de su boca hambrienta se quitaba el pan para mi boca y de sus noches el sueño para atender a mis quejas, y con los ojos resplandecientes, con su cuerpo vestido de míseras ropas, tan pequeña y tan triste, se abría como un velo para cobijar mi sueño.


Fragmento de "El juguete rabioso" de Roberto Arlt.






P.D:
Colega Symba: me gustó muchísimo lo que pusiste de José Larralde, pero se me hizo imposible publicar un comentario por algún motivo que desconozco así que aprovecho este espacio.
Es una poesía llena de imágenes y me atrajeron mucho algunas partes que ahora no recuerdo y no tengo ganas de ponerme a buscar xD
En cuanto se me antoje voy a escuchar la canción.
Gracias por presentármelo.

Atte. Juana

2 comentarios:

Symba dijo...

Mamita...
Hermoso y tremendo.
Leyendo a Arlt te das cuenta de porqué hay gente a quien la literatura no le llega; hay que darle de tu sangre, y no cualquiera puede.

Gracias por lo de colega, Juana, aunque le queda un poco grande la remera a este aprendiz de guionista. Pero como de caradurismo aplicado tengo un master, la acepto encantado.

Abrazos

Juana deslogueada dijo...

Pero si aca estamos todos en la misma, hombre.
Linda, linda tu modestia y te confieso que envidio a quienes se animan a ser guionistas, eso para mi es un título que puede cargar a cuestas un grupo muy reducido. Espero tener la oportunidad de alguna vez ver/leer algo tuyo.


Éxitos.