miércoles, 2 de diciembre de 2009

Un poco de respeto

Nos aprovechamos del arte. Le prestamos atención en tanto y en cuanto nos importe, nos involucre, nos ayude a completar un pensamiento o definir una búsqueda. Siempre me ha causado gracia la figura del autor que trata de explicar la fuente de su inspiración y el motivo que lo llevó a expresarse, esperando la veneración ajena... porque, la verdad... importa un carajo. Porque si está bien logrado, dirá mas que lo que el artista quiere decir, y sirve en la medida que el otro, el que recibe el cuadro o la canción, se refleje y se vea. Y sienta. Y se asome a algo que todavía no está dicho.


Por supuesto, para alguien que vive como papá le enseñó, como la iglesia lo adoctrinó, como la tele le enseñó a ver el mundo (... a todo esto, se dieron cuenta que en las ficciones de tv nadie estudia?), esto es una pérdida de tiempo. Porque no hay nada que descubrir, hay que acumular nomás. Y repetir. Y obedecer. Entiendo que superar ese estado es un trecho largo... pero yo lo hice y no soy ningún genio. Será cuestión de aprovecharse del arte. Y de respetarse.



No me molesta hablar de cosas que están de moda; vivo en este tiempo y mucha gente sabe que el tipo prendido a la botella es Desmond Hume, un personaje de Lost que fastidia su vida entera buscando respeto. Sería agradable decir que con el amor de su chica debería ser suficiente; pero nos quedaríamos sin conflicto y la serie perdería a uno de los ejes temáticos y dramáticos que me vinculan a ella. El hombre encuentra un vacío en su relación con el mundo y emprende un viaje que aún no termina... me gusta la historia, y para seguirla los autores nos dan alguna pista con el apellido que poco inocentemente le pusieron (David Hume, filósofo del 1700 no sé cuanto, hablaba de cosas como: "la medida de todas las cosas es el hombre, él decide lo bello, lo bueno y lo verdadero; al menos, no puede asegurar nada más allá de sí mismo. Naturalmente su elección no es consciente ni voluntaria, pues son los mecanismos que, ocultos y en silencio, trabajan en su psiquismo, los responsables de ésta "creación del mundo". El conocimiento, es conocimiento humano, de un ser más sensible que racional, quien decide desde los sentimientos en base a la felicidad que pueda producir. No se sabe cómo llegar a lo trascendente, a lo metafísico, sea Dios, el Alma, la Realidad; vivimos encapsulados en nuestra subjetividad finita y sensorial.). En fin, algo pasatista. Pero si usted ya tiene sus respuestas escritas en su machete, lo felicito, viejo.

Devaneo esto en una pausa de edición, mientras renderizo algunos efectos. Seguramente hoy tampoco dormiré. Podría hacer las cosas de una forma más fácil, pero prefiero hacerlas de ésta manera. Que cuesten, y que valgan. Empiezo a entender porqué me simpatiza este Desmond, y la canción que está sonando en este momento lo confirma. Es "Nunca es igual" de Calamaro, donde Escohotado filosofa sobre el final. Quién sabe si lo que dice es verdadero...

Cuentan de Alejandro
que una vez se metió en un río
tumultuoso
de la India
todo con barro...
persiguiendo al ejército
que peleaba con él.
Y que cuando iba en mitad
los caballos perdieron pie;
aquellas aguas estaban heladas.
Y se volvió a sus compañeros
y les dijo:
"Me cago en la leche,
os dáis cuenta de las cosas
que tengo que hacer
para que me tengáis respeto?"
Eso pasa poco ahora.
Respeto...
Abrazos. Y mis respetos.